La moral, por las nubes, le ayudará a superar las dificultades y a empezar a asumir ese liderazgo que parece que le tiene reservado el futuro del Real Madrid. Su agente, Jonathan Barnett, le ve muchos años de blanco: "Nunca ha dicho que quiera irse, el Madrid está muy contento con él. ¿Por qué querría dejar el club si es feliz? Espero que esté en el Madrid hasta el final de su carrera, es el club más grande del mundo, nadie querría dejarlo. Creo que conseguirá el Balón de Oro, tiene muchas posibilidades. En términos de logros para el equipo está al mismo nivel que Cristiano".
En el club le ven como el nuevo hombre de referencia, una bandera que deberá enarbolar en el momento en el que Cristiano abandone La Castellana. Mientras, en el Bernabéu se relamen pensando lo que podrán hacer juntos si Bale mantiene el nivel de estas últimas fechas.
El bache de Ronaldo
Pero dos no es igual que uno más uno. Cristiano no corresponde a Bale y parecen subidos a un balancín en el que la elevación de uno significa el descenso del otro. La mala racha del portugués de cara a gol empieza a preocupar. Sólo ha marcado un gol entre la pretemporada, la Liga y la selección. Un tanto en nueve partidos. Insólito para Ronaldo.
Se quedó a cero en la primera jornada frente al Sporting, repitió de forma inusual en la goleada blanca al Betis y la semana que ha pasado con Portugal no le ha servido para poner remedio a sus males.
No ha marcado en ninguno de sus dos compromisos con el combinado luso y lo que era una pequeña fuga de agua hace poco se está convirtiendo en un problema mayor que puede afectar a la marcha del equipo. En Cornellà, donde el curso pasado anotó un hat-trick, espera ponerle el tapón al depósito de agua, a su sequía, y volver a la senda del gol 517 minutos después.
Si a Bale el parón de selecciones le ha servido para confirmar su impulso, Cristiano no ha podido cambiar su suerte con Portugal. Su espíritu competitivo le hace volver a tope a Madrid para quitarle las telarañas a su marcador y continuar con esa persecución de Raúl que le coloque en lo alto de la historia blanca.